CONFIRMACIÓN
Es el sacramento que perfecciona la gracia bautismal, nos da la fortaleza de Dios para ser firmes en la fe y en el amor a Dios y al prójimo y nos hace soldados y apóstoles de Cristo. Nos comprometemos como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con nuestras palabras y obras. En el rito de este sacramento el signo de la unción designa e imprime: El sello espiritual. La Confirmación imprime en el alma una marca espiritual indeleble, el "carácter" ( DS 1609), que es el signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu revistiéndolo de la fuerza de lo alto para que sea su testigo (Lc 24,48-49). ¿Cuándo se debe recibir la confirmación? Se debe recibir la confirmación cuando se ha llegado al uso de razón, o antes, si hay peligro de muerte.
MATRIMONIO
La dignidad del matrimonio y su estabilidad, por su trascendencia en las familias, en los hijos, en la misma sociedad, es uno de los temas que más importa defender, y ayudar a que muchos lo comprendan. La salud moral de los pueblos -se ha repetido muchas veces- está ligada al buen estado del matrimonio. Cuando éste se corrompe bien podemos afirmar que la sociedad está enferma, quizá gravemente enferma. De aquí la urgencia que todos tenemos de rezar y velar por las familias. Los mismos escándalos que, desgraciadamente, se producen y se divulgan, pueden ser ocasión para dar buena doctrina y ahogar el mal en abundancia de bien.
RECONCILIACIÓN
Es un encuentro del bautizado pecador
arrepentido que acude al Señor
misericordioso para obtener de Él, el
perdón de sus pecados. Con este medio
divino: Podemos, siempre, regresar a la
casa del Padre y a su amor. Combatimos
y derrotamos al pecado y a su reino.
El Sacramento del Bautismo, Reconciliación y Primera Comunión son los tres llamados de Iniciación cristiana.
